El universo Harry Potter ante su nueva era: relevo generacional, polémicas y el peso del legado cinematográfico

El mundo mágico creado por J.K. Rowling atraviesa un momento de transición crucial, marcado tanto por la expectación ante el reinicio de la saga en formato televisivo como por las controversias extracinematográficas que rodean a su autora. Mientras HBO avanza en la producción de su nueva serie, los protagonistas de las cintas originales reflexionan sobre su pasado y pasan el testigo a una nueva generación de intérpretes, en un contexto donde la revalorización de las últimas películas cobra una fuerza inusitada.

Un gesto de elegancia entre el viejo y el nuevo «niño que sobrevivió»

Daniel Radcliffe, quien encarnó al mago titular durante una década, ha querido tender puentes con su sucesor. Durante su reciente paso por el plató de Good Morning America para promocionar su obra de Broadway, Every Brilliant Thing, el actor británico reveló que se puso en contacto con Dominic McLaughlin, el joven seleccionado para dar vida a Harry Potter en la próxima adaptación de HBO. Radcliffe, consciente del peso de la fama a tan temprana edad, optó por enviarle una carta para desearle suerte sin resultar intrusivo. Según explicó, su intención no es convertirse en una presencia fantasmal o un «espectro» que vigile a los nuevos actores, sino simplemente transmitirle sus mejores deseos: «Espero que te lo pases genial, incluso mejor de lo que yo lo hice».

Al observar las imágenes de McLaughlin y el resto del nuevo elenco, el ganador del Tony confesó sentir una mezcla de ternura y asombro, reconociendo lo jóvenes que parecen y recordando que él tenía esa misma edad cuando comenzó su andadura en Warner Bros. Actualmente, Radcliffe ha consolidado su carrera lejos de Hogwarts, encontrando su verdadero hogar en el teatro, donde el año pasado fue galardonado por su papel en el musical Merrily We Roll Along.

Curiosamente, la conexión con el mundo mágico sigue presente en los escenarios de Nueva York. Tom Felton, conocido por interpretar a Draco Malfoy, también se encuentra en Broadway retomando su papel en Harry Potter y el legado maldito. Radcliffe no dudó en alabar a su antiguo compañero, describiéndolo como una «inspiración» y animando a cualquier actor a probar suerte sobre las tablas. Recordó con afecto cómo Felton, siendo mayor que él durante los rodajes, siempre fue el chico popular o «guay», por lo que le resulta conmovedor saber que ahora es él quien inspira a su antiguo rival en la ficción.

La sombra de la controversia en el set de rodaje

Mientras los actores originales muestran camaradería, la producción de la nueva serie avanza en medio de un clima social más tenso. J.K. Rowling visitó recientemente el set de rodaje, marcando su primera aparición física en la producción que HBO está filmando en los estudios Warner Bros. Leavesden y otras localizaciones del Reino Unido. La serie, que apunta a un estreno en 2027 a través de HBO y HBO Max, cuenta con la escritora como una figura clave en el proceso creativo, algo que la cadena ha defendido férreamente.

La participación activa de Rowling no está exenta de polémica. En los últimos años, la autora se ha convertido en una figura divisiva debido a sus continuas declaraciones sobre las personas transgénero. Desde que hizo públicas sus opiniones en 2020, se ha producido una fractura evidente entre ella y gran parte del elenco original, incluidos Daniel Radcliffe, Rupert Grint y Emma Watson, quienes han manifestado su apoyo al colectivo trans y no binario. El distanciamiento ha sido especialmente notorio con Watson; Rowling llegó a insinuar en redes sociales que no perdonaría a las estrellas que se hubieran posicionado en su contra, criticando duramente a la actriz que dio vida a Hermione por su supuesta ignorancia sobre la realidad.

Pese a la fricción pública y las críticas en redes, HBO ha cerrado filas en torno a la creadora. Casey Bloys, jefe de la cadena, confirmó que las posturas personales de Rowling no han afectado a la contratación de guionistas ni al casting, subrayando que su implicación solo beneficiará la calidad narrativa del proyecto.

La revaluación crítica de «Las Reliquias de la Muerte — Parte 1»

Más allá de las disputas actuales, el discurso en torno a la calidad cinematográfica de la saga original sigue vivo. Quince años después, existe una corriente crítica que reivindica Harry Potter y las Reliquias de la Muerte — Parte 1 como la mejor cinta de la franquicia, superando a las favoritas habituales como El prisionero de Azkaban o el gran final de la Parte 2. La decisión de dividir el último libro en dos películas, a menudo criticada en otras sagas como Los Juegos del Hambre, demostró ser un acierto narrativo bajo la dirección de David Yates, permitiendo que la historia respirase y madurase.

Esta entrega destaca por ser la propuesta más oscura y adulta. Al eliminar el refugio seguro de Hogwarts —salvo por una breve escena en el tren—, la película despoja a los protagonistas de su zona de confort, elevando las apuestas dramáticas a un nivel de «guerra real». La muerte de personajes entrañables como Hedwig o Dobby, junto con la tortura de Hermione y el colapso emocional de Ron, transforman la aventura fantástica en un drama de supervivencia. Es en esta cinta donde el trío protagonista ofrece sus mejores interpretaciones, sostenidas por un guion que prioriza el desarrollo de personajes sobre el espectáculo visual.

Asimismo, la película perfeccionó el uso de la magia en pantalla, integrándola de forma orgánica y práctica, desde la tienda de campaña en la boda de Bill y Fleur hasta los hechizos de protección que son vitales para la trama. La inclusión de la secuencia animada de la «Fábula de los tres hermanos» no solo sirvió para expandir la mitología del mundo mágico, sino que dotó al filme de una identidad artística propia. En retrospectiva, esta penúltima entrega se erige como la obra más ambiciosa y valiente de la saga, una pieza fundamental sin la cual el clímax final carecería del impacto emocional que finalmente tuvo.