Luces y sombras en Netflix: del tropiezo en el Oeste con ‘The Abandons’ a la nueva promesa literaria de ‘Broken Toys’

En el panorama televisivo actual, donde es habitual que las series se dilaten más allá de toda razón —a veces uno siente que todavía sigue viendo el final de la cuarta temporada de Stranger Things tres años después—, puede parecer ingrato quejarse del problema opuesto. Sin embargo, surgen propuestas como The Abandons, el nuevo western de Netflix que resulta extrañamente escueto y comprimido, sobre todo si se compara con la inmensidad de sus paisajes épicos rodados en Alberta, aunque la trama nos sitúe en el Washington del siglo XIX.

Un rodaje convulso y una premisa a medio gas

Incluso si el espectador desconoce la caótica historia detrás de las cámaras, donde el creador Kurt Sutter abandonó el barco antes de finalizar el rodaje, algo se percibe fuera de lugar. La orden inicial de diez episodios se redujo primero a ocho y finalmente a siete, lo que ha dejado una sensación de precipitación evidente. Con capítulos que a menudo duran más cerca de los 30 minutos que de la hora, y un final de temporada tan abrupto que obliga a comprobar si faltan archivos por descargar, The Abandons se presenta como una versión frustrante e incompleta de una idea que, sobre el papel, era fascinante.

El título de la serie hace referencia a sus protagonistas desatendidos en más de un sentido. La historia gira en torno a la rivalidad entre Constance Van Ness (Gillian Anderson), una magnate de la minería viuda, y Fiona Nolan (Lena Headey), una devota irlandesa y matriarca de un clan adoptivo cuyas tierras codicia Constance. Hay ecos de Deadwood en cómo Constance afirma defender los intereses de todo el pueblo ficticio de Angel’s Ridge, invocando a Cornelius Vanderbilt como su inversor, pero Sutter, fiel a sus gustos mostrados en Sons of Anarchy, parece más interesado en las disputas de sangre que en la evolución de la civilización en la frontera.

Duelo interpretativo lastrado por el guion

A pesar de descuidar a gran parte del elenco coral, la serie otorga un lugar privilegiado a sus dos antiheroínas. Ambas actrices se mueven como pez en el agua: Anderson, recordando a su Margaret Thatcher, interpreta a una maquiavélica mujer de voz ronca; Headey, con la experiencia de Cersei Lannister, encarna a una madre dispuesta a cruzar cualquier línea roja por sus hijos. Aunque ninguna de las dos ofrece una revelación —su talento es indiscutible desde hace años—, ambas disponen de espacio para monólogos amenazantes y enfrentamientos cara a cara.

Sin embargo, el desarrollo desigual de los personajes coloca a la serie en un terreno inestable. El grupo de Fiona, que reside en la comunidad de Jasper’s Hollow, incluye personajes intrigantes como Dahlia y Elias, o el misterioso Albert, pero los orígenes de su vínculo socialmente anómalo quedan en gran parte sin explicar. Mientras Elias recibe una trama romántica de corte Romeo y Julieta con la hija de Constance, Dahlia apenas tiene nada que hacer salvo existir cerca de la violencia extrema. Y es que, aunque no se trata de un tratado feminista, The Abandons supera al menos el concepto de «mujeres en el Viejo Oeste» visto en Godless. Eso sí, la violencia gráfica marca de la casa no falta, incluyendo una desconcertante aparición del cómico Patton Oswalt que termina abruptamente por obra de un oso generado por ordenador.

En definitiva, The Abandons es una ejecución a medio gas de lo que podría haber sido una gran obra revisionista de época. Pese a contar con los ingredientes adecuados, el resultado final no está a la altura de otros rodajes complicados que sí lograron llegar a buen puerto.

La nueva apuesta viral: ‘Broken Toys’

Mientras la plataforma intenta digerir el resultado de su aventura en el Oeste, la maquinaria de producción no se detiene y ya tiene la vista puesta en el futuro inmediato. Netflix y la productora A24 han unido fuerzas para desarrollar la adaptación televisiva de Broken Toys, la novela debut de Marie-Claire Chappet, tras imponerse en una acalorada subasta con múltiples ofertas competidoras. Aunque la fecha de publicación del libro aún no se ha fijado, la expectación es máxima para este proyecto que se encuentra en las primeras fases de desarrollo.

La agencia británica Peters Fraser + Dunlop describe esta obra, aún inédita, como una «novela de campus mordaz y punzante», comparándola con una mezcla generacional para aquellos cautivados por Euphoria. La trama nos traslada a los últimos días de indulgencia previos a la recesión económica en una elitista universidad escocesa. La historia sigue a Charlotte, una romántica empedernida con una vena autodestructiva, y a Esmé, una enigmática niña rica con un pasado trágico.

Un ecosistema de secretos y ambición

Sus vidas están repletas de chicos tóxicos, familias rotas y triángulos amorosos destructivos que amenazan su envidiable estatus. Todo confluye hacia una conclusión explosiva: una fiesta de graduación en una isla privada escocesa, donde años de rumores, secretos y mentiras amenazan con implosionar sobre los protagonistas. Chappet, periodista afincada en Londres que ha escrito para cabeceras como Vogue y The Times, debuta en la novela con un título que ya fue seleccionado como uno de los más prometedores en la Feria del Libro de Londres. Según Rosie Gurtovoy, agente encargada de mover el libro, hubo más de diez ofertas entre Estados Unidos y Reino Unido, destacando que la obra es «brillantemente adaptable, ingeniosa y atrevida».

Este acuerdo llega en un momento clave para Netflix Reino Unido, que busca asegurar la próxima generación de éxitos virales tras un par de años sólidos con títulos como Mi reno de peluche (Baby Reindeer) o Engaños. Además, la colaboración con A24 se extiende también a Weather Girl, reafirmando la estrategia de la compañía de apostar por narrativas intensas y contemporáneas para mantener a la audiencia enganchada, con la esperanza de que este nuevo proyecto tenga una ejecución más sólida que su reciente incursión en el western.