El gigante del streaming entre la justicia poética y el fenómeno sobrenatural

La plataforma Netflix continúa consolidando su dominio en el mercado global mediante una estrategia que combina géneros crudos y directos con fenómenos culturales que trascienden la pantalla. En este ecosistema conviven historias de calado más tradicional y regional, como es el caso de las producciones de suspense y acción, con superproducciones que redefinen la nostalgia y el consumo de entretenimiento a nivel mundial.

Justicia y artes marciales en La Bella y las Bestias

Dentro de esta oferta de contenidos destaca «La Bella y las Bestias», una producción que se aleja de los moldes habituales de las narcoseries para centrarse en un relato de redención personal y destreza física. La trama sigue los pasos de Isabela, una joven cuya vida queda marcada por la tragedia tras el asesinato de sus progenitores. Tras años de preparación y convertida en una experta en artes marciales, Isabela regresa a México con un objetivo inamovible: ejecutar su venganza contra los responsables de su orfandad.

La historia, encabezada por la actriz Esmeralda Pimentel, desglosa una cacería humana en la que la protagonista debe localizar a nueve individuos —siete hombres y dos mujeres— que participaron en el crimen. Creada por Juan Camilo Ferrand y finalizada originalmente en septiembre de 2018, esta serie de 82 episodios logró refrescar el género al colocar a una figura femenina al frente de una narrativa de acción física intensa, manteniendo el interés del espectador a través de un guion que prioriza la estrategia y el combate cuerpo a cuerpo sobre los tropos clásicos del crimen organizado.

El fenómeno imbatible de Hawkins

Si «La Bella y las Bestias» representa la eficacia del thriller de acción, «Stranger Things» se ha erigido como el pilar fundamental sobre el cual Netflix ha construido gran parte de su identidad actual. Lo que comenzó hace casi una década como una propuesta que generaba ciertas dudas sobre su encaje en la crítica especializada —debido a su mezcla de aventuras juveniles a lo Spielberg y terror sobrenatural al estilo Stephen King—, ha terminado por convertirse en un hito histórico. Con el estreno inminente de los episodios finales de su quinta temporada, la serie ha demostrado que su impacto va mucho más allá de las impresionantes cifras de audiencia.

A día de hoy, las cuatro primeras temporadas acumulan más de 1.200 millones de visualizaciones, una cifra que la sitúa en la cima de la plataforma. La primera parte de la quinta entrega ya ha alcanzado los 102,6 millones de visionados globales, manteniendo a todas las temporadas dentro del Top 10 semanal. Resulta curioso observar cómo ciertos momentos han quedado grabados en la retina del público, como la posesión de Nancy por parte de Vecna o el inesperado dueto musical entre Dustin y Suzie, que se han convertido en las escenas más repetidas por los usuarios.

Una influencia que trasciende la pantalla y resucita clásicos

La capacidad de esta producción para alterar las tendencias culturales actuales es innegable, especialmente en el ámbito musical. Tras el rotundo éxito de Kate Bush con su tema de 1985, la quinta temporada ha provocado un terremoto similar con «Upside Down» de Diana Ross, cuyas reproducciones entre la Generación Z han aumentado un asombroso 1.250%. Pero el efecto no se detiene ahí; temas de ABBA, The Chordettes o Tiffany han vuelto a sonar con fuerza en las listas de éxitos, integrándose en la vida cotidiana de una audiencia que, en muchos casos, ni siquiera había nacido cuando se lanzaron originalmente.

Este «efecto Netflix» también se ha dejado sentir en el mundo de los juegos de mesa y el coleccionismo. El universo de Dungeons & Dragons, elemento central en la vida de los protagonistas, experimentó un crecimiento meteórico del 673% entre 2016 y 2022. Aunque el juego ha sabido evolucionar por sí mismo con nuevas expansiones y películas, es evidente que el impulso de la serie ha sido un catalizador fundamental para su popularidad actual.

El futuro tras el cierre de una era

A medida que nos acercamos al final definitivo del año, con los últimos episodios programados para Nochebuena y Nochevieja, el ecosistema de productos derivados no da señales de agotamiento. Desde colaboraciones con marcas de calzado deportivo que juegan con logotipos invertidos hasta sets de construcción de lujo y experiencias inmersivas, la marca parece tener cuerda para rato. Aunque nos despidamos de Vecna y de los chavales de Hawkins en su versión de acción real, Netflix ya prepara el terreno para mantener viva la llama con una serie derivada de animación que llegará el próximo año, asegurando que el legado de sus mayores éxitos continúe expandiéndose hacia nuevos horizontes.